After sorting through nearly 1000 hours of unseen footage captured by el Divo de Juárez himself, the creators of Netflix docuseries Juan Gabriel: Debo, Puedo, y Quiero unearthed an unknown side to the beloved Mexican star. Juan Gabriel’s career spans decades as a singer, producer and composer with timeless hits such as “Querida”, “El Noa Noa” and “Amor Eterno.” The icon sold over 150 million records, wrote over 1,800 songs and it has been reported by Mexico’s Society of Authors and Composers, that every 40 seconds, a Juan Gabriel song is played.

Though at times surrounded by controversy, Juan Gabriel kept much of his private life a mystery. When an interviewer prodded about his sexuality, the star famously responded, “lo que se ve no se pregunta.” The docuseries aims to balance the spectacle of the late star with the intimacy of his private life while preserving his integrity. Here are six things fans may not have known about Juanga.

1. He wasn’t always Juan Gabriel 

The star had three names over the course of his life. To family and close friends, he used his given name, Alberto Aguilera Valadez. Early in his career, the star had the stage name Adán Luna from a superhero comic. However, after being discovered by the RCA record label, he was requested to make a new name. The icon took his late father’s name, Gabriel and a name he was fond of, Juan.

2. A troubled upbringing 

The docuseries also revealed an unfortunate past. Abandoned by his mother at the age of five and abused by a priest, el Divo spent time in and out of correctional facilities as a teen and young adult. Juan Gabriel recounts an occasion where he was falsely accused of robbing a home, a charge that led to a prison sentence in Lecumberri also known as “The Black Palace.” Serendipitously, it was there where he was discovered by Enriqueta Jiménez, singer and sister-in-law of the prison director. Through her, the icon was released from prison and connected with RCA recording. 

3. “Amor eterno” was a tribute to his mother 

By the end of his mother’s life, Juan Gabriel had forgiven her. With his newfound money and success, the icon bought his mother a house and took her on vacations. Sadly, she passed when he was only twenty-four. In his typical fashion, he expressed his grief through music, writing the lasting classic, “Amor eterno” as a tribute to her. For years it remained unpublished until one of his divas, the Spanish singer Rocío Dúrcal, performed it. 

4. An unauthorized biography 

Though he captivated audiences by breaking barriers in gender expression during a conservative time, el Divo kept his personal life private. The star had developed a close relationship with Joaquín Muñoz, originally his manager earlier in his career. In 1985, Muñoz published a highly scandalous biography about the star, “Juan Gabriel and I.” The book was eventually withdrawn, but fans may not know that Muñoz remains controversial. As of this year, he claims the star Juan Gabriel faked his own death. 

5. A private family 

Juan Gabriel kept much of his family away from the spotlight, raising them in the US to avoid tabloids. The Netflix docuseries gives many fans a new look into the family. Though questions remain about the alleged adoption, Juanga raised Iván, Joan, Hans, and Jean with Laura Salas, the sister of his best friend, Jesús Salas.  

6. The iconic performance at the Palacio de Bellas Artes almost didn’t happen 

This November, more than 170,000 fans gathered in Mexico City to watch a screening of the 1990 performance at the Palacio de Bellas Artes. Juan Gabriel was the first pop artist to perform in the esteemed venue. The now cherished concert was controversial at the time since the Palacio de Bellas Artes was previously reserved only for “high culture;” the media criticized the upcoming performance for vulgarity. Venue workers even threatened to strike until the star invited them to watch the rehearsal.  

Spanish Version

Después de revisar casi 1000 horas de material inédito captado por el propio Divo de Juárez, los creadores del docuserie de Netflix Juan Gabriel: Debo, Puedo y Quiero desenterraron un lado desconocido del querido astro mexicano. La carrera de Juan Gabriel abarca décadas como cantante, productor y compositor, con éxitos atemporales como “Querida”, “El Noa Noa” y “Amor Eterno”. El ícono vendió más de 150 millones de discos, escribió más de 1,800 canciones y, según reportó la Sociedad de Autores y Compositores de México, cada 40 segundos se reproduce una canción de Juan Gabriel.

Aunque en ocasiones estuvo rodeado de controversia, Juan Gabriel mantuvo gran parte de su vida privada en misterio. Cuando un entrevistador lo presionó sobre su sexualidad, el astro respondió célebremente: “lo que se ve no se pregunta.” El docuserie busca equilibrar el espectáculo del fallecido artista con la intimidad de su vida privada, preservando su integridad. Aquí hay seis cosas que quizás los fans no sabían de Juanga.

1. No siempre fue Juan Gabriel

La estrella tuvo tres nombres a lo largo de su vida. Para su familia y amigos cercanos, usaba su nombre de pila, Alberto Aguilera Valadez. Al inicio de su carrera, utilizó el nombre artístico Adán Luna, tomado de un cómic de superhéroes. Sin embargo, al ser descubierto por la disquera RCA, le pidieron que adoptara un nuevo nombre. El ícono tomó el nombre de su difunto padre, Gabriel, y otro que le gustaba: Juan.

2. Una infancia difícil

El docuserie también reveló un pasado doloroso. Abandonado por su madre a los cinco años y abusado por un sacerdote, el Divo pasó tiempo entrando y saliendo de correccionales en la adolescencia y como adulto joven. Juan Gabriel relata una ocasión en la que fue acusado falsamente de robar una casa, cargo que lo llevó a prisión en Lecumberri, también conocido como “El Palacio Negro”. De manera fortuita, ahí fue descubierto por Enriqueta Jiménez, cantante y cuñada del director del penal. Gracias a ella, el ícono salió de prisión y fue conectado con RCA.

3. “Amor eterno” fue un homenaje a su madre

Al final de la vida de su madre, Juan Gabriel la había perdonado. Con su recién encontrado éxito y dinero, el ícono le compró una casa y la llevó de vacaciones. Lamentablemente, ella falleció cuando él tenía apenas veinticuatro años. Como era habitual en él, expresó su duelo a través de la música, escribiendo el clásico perdurable “Amor eterno” como tributo. Durante años, la canción permaneció inédita hasta que una de sus divas, la cantante española Rocío Dúrcal, la interpretó.

4. Una biografía no autorizada

Aunque cautivó al público rompiendo barreras de expresión de género en tiempos conservadores, el Divo mantuvo su vida personal en privado. El astro había desarrollado una relación cercana con Joaquín Muñoz, originalmente su representante en los inicios de su carrera. En 1985, Muñoz publicó una biografía sumamente escandalosa sobre la estrella, Juan Gabriel y yo. El libro fue retirado eventualmente, pero tal vez los fans no sepan que Muñoz sigue siendo polémico. Este año, afirma que Juan Gabriel fingió su propia muerte.

5. Una familia privada

Juan Gabriel mantuvo a gran parte de su familia lejos del ojo público, criándolos en Estados Unidos para evitar los tabloides. El docuserie de Netflix ofrece a muchos fans una nueva mirada a la familia. Aunque persisten preguntas sobre la supuesta adopción, Juanga crió a Iván, Joan, Hans y Jean junto a Laura Salas, hermana de su mejor amigo, Jesús Salas.

6. La icónica presentación en el Palacio de Bellas Artes casi no sucede

Este noviembre, más de 170,000 fans se reunieron en la Ciudad de México para ver la proyección de la presentación de 1990 en el Palacio de Bellas Artes. Juan Gabriel fue el primer artista pop en presentarse en ese prestigioso recinto. El concierto, hoy muy querido, fue controvertido en su momento, ya que el Palacio de Bellas Artes estaba reservado únicamente para la “alta cultura”; los medios criticaron la próxima presentación por considerarla vulgar. Incluso, los trabajadores del lugar amenazaron con hacer huelga hasta que el astro los invitó a ver el ensayo.

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